martes, 20 de septiembre de 2016

Uno siente tu ausencia

Uno se levanta

Va al trabajo.
Hace humildemente
la labor que le encomiendan.
Mas, al regresar a casa,
encuentra que el cajón está vacío.

Uno huele la tristeza.
La mide; entra en el propio corazón
y empieza a medir la eternidad del vacío
que le deja, al irse, aquella persona a quien uno ama.
Y sigue amando.

Uno llora de soledad;
llora sin lágrimas;
llora mientras ríe.
Llora sin decirle a nadie.

Sale a las calles

Se bebe una cerveza.
Recuerda que hubo un tiempo
en que fumaba.
Desea fumar. Comprende
que no hay nada que cure

su sensación de abandono.
Uno sabe
que seguirá adelante;
aunque una sombra más
nublará sus sonrisas.

Uno sabe

que tiene tanto qué hacer,
y que tiene que seguir
aunque día tras día
el corazón se vaya agrietando.

Uno sabe lo irremediable.
Uno piensa

esa sensación de cabello en las manos,
esa mirada hermosa;
con el alma llena de Dios.
Uno deja caer las lágrimas.

Ruega a Dios.
Que cuide de aquello que es amado.
Que lo lleve con bien...
Y que le conceda la bendición
de traerlo de nuevo
Cuanto antes,
mejor...
Eso sí.


Óscar Enrique Alfonso
Septiembre de 2016.