jueves, 2 de junio de 2022

El ajedrez de la partida

El esposo de la madre reta a aquel que no es su hijo
a un juego bajo la intención de ilustrarle en las artes
de la guerra.

No obstante que su adversario es un guerrero armado,
instruido en las técnicas de reducir y, de ser necesario,
aniquilar al oponente, el niño sin padre, intuitivo
e ingenioso, disfruta la danza de la mente;

así, en tanto se defiende, protege a sus peones, 
a sus caballos, a sus alfiles…
sin proponérselo, cerca a su atacante y está ya
a una jugada de vencer.

El niño es demasiado niño para ver lo que sucede
por fuera del tablero: puedes ser
un buen jugador; pero, en esto de la vida, ganar el juego
puede ser perder la guerra. “El juego es lo de menos”,

piensa el militar quien se levanta de la silla, da un puntapié
a la mesa
y sentencia: “cría cuervos y te sacarán los ojos”.